Con esta actividad se trabaja el contraste de sonidos a través de los sonidos de la casa, del entorno próximo a los niños/as.
Por ejemplo, la ventana de la clase; al estar cerrada, no se puede escuchar lo que hay fuera. El profesor como director de orquesta, abre la ventana. Mientras tanto, los niños/as expresan un sonido con distinta intensidad dependiendo de lo abierta que está la ventana.
También se puede recitar un texto o poesía, expresando varias graduaciones de intensidad, así estamos trabajando el contraste fuerte-débil y vamos variando las intensidades.